jueves, 13 de noviembre de 2008

La Pandemia del siglo XXI: obesidad



La obesidad es la primera enfermedad, que no se transmite de persona a persona, en ser considerada una pandemia, ya que desde hace poco más de una década este mal de tipo metabólico viene extendiéndose por todo el mundo y trae consigo males como la diabetes tipo 2, displacía y enfermedades cardiacas.

Puede parecer una tarea simple definir si es que una persona es obesa o no pero el diagnostico de esta enfermedad no implica solo el hecho de que una persona sea gorda. La balanza no siempre determina quien la padece. La corpulencia no es el principal determinador; la obesidad se caracteriza por el exceso de grasa corporal que reduce la expectativa de vida de 7 a 14 años y puede disminuir aún más en caso sea fumador.



¿Qué es lo que hace que la obesidad sea considerada una enfermedad?

Al incrementar el peso de una persona, se incrementa también el tejido adiposo que resulta peligroso para la salud en la medida de su distribución; si el tejido graso se almacena en la zona ectópica del cuerpo humano, en particular en el músculo, y luego se extiende a órganos vitales como el hígado estamos hablando de un riesgo grave de muerte por hipertensión.

Tipos de obesidad:

Obesidad androide: El tejido graso se presenta con mayormente zonas como la cara, el cuello, parte superior del abdomen. Se presenta con mayor frecuencia en los hombres.
Obesidad ginecoide: La grasa es acumulada en el abdomen inferior, caderas, nalgas y glúteos.



Las causas son múltiples:

La enfermedad es la consecuencia del consumo desmedido de calorías, el cuerpo recibe más calorías de las que necesita para su correcto funcionamiento y la energía excedente (calorías) la almacena en el organismo en forma de grasa.


El factor genérico:

El factor genético influye en el desarrollo de obesidad en las personas entre 33% y 50%, sin embargo estas cifras varían según las condiciones de cada individuo, su estilo de vida y la cantidad de actividad física que este practique.
Cabe reasaltar que estudios realizados por la The Obese Patient asociatión confirma que los hijos no biológicos o adoptados por padres obesos tienen una mayor propensión a desarrolla la enfermedad.

Factor social:
La obesidad es mucho más frecuente en los estratos socio económicos más bajos. No se conocen con exactitud cuales pueden ser los factores que hacen esta diferencia, pero si se sabe que las personas con mayor valor adquisitivo tienen mayores probabilidades, tiempo y dinero para acceder a productos dietéticos y realizar actividad física.



Otras causas:
En algunos casos trastornos hormonales como el síndrome de Cushing, la diabetes y la insuficiencia renal son causas de obesidad. También las lesiones cerebrales especialmente si se suscitan en el hipotálamo pueden conllevar obesidad. Los fármacos como las corticoides y algunos componentes de la medicación antidepresiva pueden generar obesidad.

Los riesgos:

La acumulación de tejido graso en el abdomen es una de las principales causas de enfermedades coronarias, diabetes, colesterol malo en la sangre e hipertensión arterial.
Una forma de contrarrestar esto es tomar medidas para reducir el peso, esta comprobado que al bajar de peso, disminuye también los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares. Ya que se reduce la presión que ejerce el exceso de grasa sobre el corazón.

Algunos tipos de cáncer también son más frecuentes en las personas obesas por ejemplo el cáncer de colon, cáncer al recto, próstata (en los varones) y cáncer de mama, útero y ovarios en las mujeres.

Las cifras no mienten el porcentaje de adultos que tienen sobrepeso en Estados Unidos ya alcanza la temible cifra 64% y las personas que padecen sobrepeso 30,5%. A nivel mundial las cifras siguen aumentando y la situación es cada vez más alarmante es necesario cambiar nuestros estilos de vida y alimentación, estar en el peso ideal no es solo una cuestión estética sino una condición de salud.

entrevista Claudia Martinez parte 2

Entrevista a la Psicologa Claudia Martinez

¿Qué es la anorexia?

Consiste en un trastorno de la conducta alimentaría que supone una pérdida de peso provocada por la persona y lleva a un estado de inanición y se caracteriza por el temor a aumentar de peso, por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.
¿Por qué cree usted que ha aumentado el número de jóvenes que la padecen?
Eso se debe a que durante la pubertad y la adolescencia la personalidad aun no ha sido bien definida. Los jóvenes se encuentran en un estado de formación y están expuestos a todo lo que observan. A todo esto se suma el echo de que la publicidad y los medios de comunicación muestran a las personas delgadas como exitosas, los jóvenes se sienten presionados por una sociedad superficial y buscan igualar estos modelos de belleza en un afán de alcanzar la perfección y ser aceptados.

¿Cómo los padres podrían reconocer si sus hijos sufren o presentan indicios de anorexia?

Por lo general estos jóvenes presentan un miedo descontrolado a engordar y se preocupan de forma excesiva por el contenido calórico de los alimentos.
Suelen sentir la sensación de frió constantemente y les baja la presión.
Reducen las porciones de alimentos y disminuyen notablemente su masa corporal. También suelen ser personas irritables y depresivas con trastornos emocionales o de la personalidad. En esta patología también se observan numerosos trastornos cognitivos que se centran en los alimentos, el peso corporal y el aspecto físico.

¿Qué mensaje le podría dar a los jóvenes que padecen de este mal?

Principalmente que sepan que no son enfermos mentales ni locos, en otras palabras, no son la causa sino la consecuencia de una sociedad que les impone falsos modelos a seguir. Deben comprender que la felicidad no depende de como luzcan. Que la anorexia no es algo de lo que deban avergonzarse, deben aceptar que tienen un problema y pedir ayuda a un especialista. La anorexia no se cura de la noche a la mañana pero con el tratamiento indicado es controlable y se puede superar a largo plazo.

viernes, 17 de octubre de 2008

Mi carcel: Mi cuerpo


Amanece nuevamente, se inicia una día más en mi monótona vida, como todos los días me enfrento a mi peor pesadilla: el espejo, me acerco y observo aterrorizada mi realidad reflejada en el, me siento despreciable, más fea que nunca mientras pienso en mi cerebro la forma de combatir mi culpabilidad, ¿cómo reparar lo que hice? ¿Cómo evitar volver a cometer el peor de los crímenes?, ¿cómo evitar mi hambre?, ¿cómo dejar de comer?.

Es impresionante como algo tan trivial como el peso puede llegar a convertirse en lo más importante en la vida de una persona, la obsesión por vernos más delgadas convierte a las personas que sufrimos de esta terrible enfermedad en prisioneros y carceleros a la vez, encerrados en las celdas de nuestra mente, que no hace más que convertir nuestras vidas en un verdadero infierno.

La enfermedad aparece como un simple juego, se empieza por querer bajar ese kilito que tenemos de más. Al principio seguía una dieta normal, pero al ver que bajaba de peso, empecé a restar alimentos en mi ingesta diaria, sin darme cuenta empecé a obsesionarme por lo que comía, lo más curioso es que mientras menos ingería más me preocupaba la comida, contar las calorías se volvió un acto reflejo y no consumir más de 700 calorías al día fue ,durante casi dos años, la tarea más importante en mi vida.

La anorexia afecta a las personas que la padecemos en todos los aspectos de nuestra vida, nos vuelve personas depresivas, inseguras, solitarias y hasta incomprendidas, la constante preocupación por nuestra apariencia nos vuelve egoístas, los oídos no escuchan y nuestras mentes bloqueadas no entienden razón ni consejo alguno, a pesar de nuestra extrema delgadez seguimos sintiéndonos gordas y siempre creemos que las personas nos dicen lo contrario por que nos tienen envidia.

Dejar de comer no es fácil, pero es un castigo a nosotros mismos por haber comido demasiado, por no ser disciplinados. Engordar se convierte en la peor de las pesadillas y evitarlo se torna lo más importante, los medios para lograrlo son muchos, desde hacer ejercicio en exceso, tener grandes episodios de ayuno y hasta comer todo lo que podemos y vomitar. Sin embargo siempre tenemos una constante en nuestras mentes: sabemos que lo que hacemos esta mal, por eso nos escondemos.

Vivir así no es vivir, debemos saber que se puede salir de ese abismo, solo necesitamos comprender que la vida esconde tesoros muchos más bellos que nuestro cuerpo, oculta secretos que debemos descubrir, yo lo comprendí así, es verdad que la anorexia y la bulimia no se curan , pero si se pueden controlar, con mucho amor y ayuda de un especialista es posible cambiar nuestro horizonte y sobretodo encontrar nuestros verdaderos objetivos en la vida.


He escritos muchas partes de esta crónica en plural pues se que en el mundo hay muchas personas como yo, que sufren de esta enfermedad, y que son prisioneros de sus cuerpos, a ellos les digo que se puede obtener la libertad, nunca es tarde para empezar a vivir, inténtenlo hoy.

viernes, 10 de octubre de 2008

Aumentan los casos de desorden alimenticio de niños de entre 3 y 8 años


El número de victimas que padecen estos males han crecido debido a que los padres influyen en el comportamiento de sus hijos


La exposición de los niños a la televisión, la publicidad y la Internet influyen en su comportamiento, pero hoy no son la única causa de sus trastornos alimenticios. La doctora María Teresa Calabrese, psiquiatra, psicoanalista, psicoendocrinóloga y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). Afirma que los padres que parecen de algún tipo de desorden alimenticio se lo trasladan a sus hijos.

El problema se debe básicamente a que los padres de familia cada vez están más ausentes del hogar, Por un afán de conseguir logros profesionales o bienes materiales , descuidan a la familia, y ponen a sus niños a realizar muchas actividades a lo largo del día con el fin de mantenerlos ocupados. Por esta razón los mas pequeños se ven obligados a criarse solos y no están capacitados para esta tarea, les cuesta mucho trabajo formar su personalidad.

El primer contacto social de los niños son sus padres, y estos constituyen su primer ejemplo a seguir, es por esto que si los padres sufren de problemas psicológicos estos son transmitidos a sus hijos con total facilidad. Es más preocupante aún si los padres inculcan estas malas prácticas a sus hijos. Por ejemplo hay madres que compran solos alimentos light, y dejan vacías las refrigeradoras para que los niños no ingieran ningún alimento.

Por todas estas causas la franja de edad de los jóvenes y niños que sufren de estos males es cada vez mas amplia, es por eso que los especialistas recomiendan tratamientos en ambos casos, es decir para los padres y también para los hijos.


Los desordenes alimenticios están vinculados con la presión social

Estudios realizados por la UNAM revelan que los estereotipos impuestos por la cultura occidental, influyen en la nutrición

Los desordenes alimenticios surgen por la falta de autocontrol y la presión social que existe en la cultura actual. Aparece cuando el ser humano ingiere alimentos en exceso o se abstiene se comer. De esta forma las personas en la búsqueda de la perfección y la aceptación incurren en males como la bulimia (comer en exceso y luego vomitar) y la anorexia (ausencia de alimentos).

La sociedad occidental no es la única que impone un modelo de belleza establecido. Por el contrario se puede apreciar que según la cultura los arquetipos de beldad también varían, por ejemplo mientras que en Europa las mujeres delgadas son las mas atractivas, en la comunidad de Nigeria resulta más bonita aquella que esta rolliza.

Los jóvenes y adolescentes por lo general tienden a distorsionar el concepto de belleza y su imagen corporal y el ritmo de vida actual no favorece en nada a mejorar la situación. La vida agitada que las personas llevan las obliga a pasara por lo general todo el día fuera de sus casas, pero la solución no es matarse de hambre sino modificar el tamaño de las raciones comer lo justo y necesario y disfrutar al máximo de los alimentos.

Luís Alberto Vargas Guadarrama, integrante del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM no se deben erradicar algunos platos en la dieta diaria. Por el contrario comer debe ser un acto placentero y debemos adecuar nuestra diaria alimentación, a nuestro estilo de vida cotidiana, así podremos evitar graves consecuencias en nuestro organismos.

No más confusiones nutricionales, investigaciones descartan mitos nutricionales


Nuevos avances en nutrición crean nuevas pautas para una correcta alimentación

Las nuevas investigaciones científicas sobre nutrición han confirmado algunas antiguas prácticas alimenticias, mientras que otras han sido descartadas al comprobarse su ineficacia. Es así que hoy por ejemplo incluir una porción de pasta en la alimentación diaria no resulta un crimen imperdonable para el objetivo de una silueta envidiable.

Actualmente algunos planes de mantenimiento proponen no tener en cuenta el consumo de hidratos de carbono ni la cantidad de calorías ingeridas a lo largo del día. La clave estaría en disminuir la absorción de lípidos que son los principales causantes de enfermedades cardíacas y los más grandes enemigos en la carrera contra el sobrepeso.

Las calorías que asimilamos de los alimentos (proteínas, hidratos de carbono y grasas) constituyen energía necesaria para el cuerpo humano. Todos los alimentos las contienen, excepto el agua. Las proteínas y los carbohidratos aportan 4 calorías por gramo mientras que las grasas 9; aunque estas aportan mayor cantidad de energía, no existen diferentes clases de calorías como se afirma en algunos libros de dietas.

Debemos preocuparnos más del grado de satisfacción que tienen los alimentos. Explica el Presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición, Silvio Schraier, No importa cuánto se come sino cuántas calorías estamos sumando, por ejemplo un gran planto de ensalada nos dejará satisfechos y estaremos consumiendo menos de 150 calorías. Mientras que una gran ración de arroz también nos llenará pero su valor energético equivale al triple del de la ensalada.

No se debe olvidar que si bien hoy la sociedad consume más grasas, estas no son las únicas causantes de la obesidad. Uno de los factores que han desatado esta epidemia es el sedentarismo, se debe ingerir la cantidad de calorías que vamos a gastar durante el día. Si se consume más energía de la que se necesita, esta se almacenará en el cuerpo en forma de grasa.

Se deben cambiar las costumbres, si usted desea bajar de peso debe de seguir una dieta balanceada baja en calorías y realizar algún tipo de actividad física.