viernes, 17 de octubre de 2008

Mi carcel: Mi cuerpo


Amanece nuevamente, se inicia una día más en mi monótona vida, como todos los días me enfrento a mi peor pesadilla: el espejo, me acerco y observo aterrorizada mi realidad reflejada en el, me siento despreciable, más fea que nunca mientras pienso en mi cerebro la forma de combatir mi culpabilidad, ¿cómo reparar lo que hice? ¿Cómo evitar volver a cometer el peor de los crímenes?, ¿cómo evitar mi hambre?, ¿cómo dejar de comer?.

Es impresionante como algo tan trivial como el peso puede llegar a convertirse en lo más importante en la vida de una persona, la obsesión por vernos más delgadas convierte a las personas que sufrimos de esta terrible enfermedad en prisioneros y carceleros a la vez, encerrados en las celdas de nuestra mente, que no hace más que convertir nuestras vidas en un verdadero infierno.

La enfermedad aparece como un simple juego, se empieza por querer bajar ese kilito que tenemos de más. Al principio seguía una dieta normal, pero al ver que bajaba de peso, empecé a restar alimentos en mi ingesta diaria, sin darme cuenta empecé a obsesionarme por lo que comía, lo más curioso es que mientras menos ingería más me preocupaba la comida, contar las calorías se volvió un acto reflejo y no consumir más de 700 calorías al día fue ,durante casi dos años, la tarea más importante en mi vida.

La anorexia afecta a las personas que la padecemos en todos los aspectos de nuestra vida, nos vuelve personas depresivas, inseguras, solitarias y hasta incomprendidas, la constante preocupación por nuestra apariencia nos vuelve egoístas, los oídos no escuchan y nuestras mentes bloqueadas no entienden razón ni consejo alguno, a pesar de nuestra extrema delgadez seguimos sintiéndonos gordas y siempre creemos que las personas nos dicen lo contrario por que nos tienen envidia.

Dejar de comer no es fácil, pero es un castigo a nosotros mismos por haber comido demasiado, por no ser disciplinados. Engordar se convierte en la peor de las pesadillas y evitarlo se torna lo más importante, los medios para lograrlo son muchos, desde hacer ejercicio en exceso, tener grandes episodios de ayuno y hasta comer todo lo que podemos y vomitar. Sin embargo siempre tenemos una constante en nuestras mentes: sabemos que lo que hacemos esta mal, por eso nos escondemos.

Vivir así no es vivir, debemos saber que se puede salir de ese abismo, solo necesitamos comprender que la vida esconde tesoros muchos más bellos que nuestro cuerpo, oculta secretos que debemos descubrir, yo lo comprendí así, es verdad que la anorexia y la bulimia no se curan , pero si se pueden controlar, con mucho amor y ayuda de un especialista es posible cambiar nuestro horizonte y sobretodo encontrar nuestros verdaderos objetivos en la vida.


He escritos muchas partes de esta crónica en plural pues se que en el mundo hay muchas personas como yo, que sufren de esta enfermedad, y que son prisioneros de sus cuerpos, a ellos les digo que se puede obtener la libertad, nunca es tarde para empezar a vivir, inténtenlo hoy.

viernes, 10 de octubre de 2008

Aumentan los casos de desorden alimenticio de niños de entre 3 y 8 años


El número de victimas que padecen estos males han crecido debido a que los padres influyen en el comportamiento de sus hijos


La exposición de los niños a la televisión, la publicidad y la Internet influyen en su comportamiento, pero hoy no son la única causa de sus trastornos alimenticios. La doctora María Teresa Calabrese, psiquiatra, psicoanalista, psicoendocrinóloga y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). Afirma que los padres que parecen de algún tipo de desorden alimenticio se lo trasladan a sus hijos.

El problema se debe básicamente a que los padres de familia cada vez están más ausentes del hogar, Por un afán de conseguir logros profesionales o bienes materiales , descuidan a la familia, y ponen a sus niños a realizar muchas actividades a lo largo del día con el fin de mantenerlos ocupados. Por esta razón los mas pequeños se ven obligados a criarse solos y no están capacitados para esta tarea, les cuesta mucho trabajo formar su personalidad.

El primer contacto social de los niños son sus padres, y estos constituyen su primer ejemplo a seguir, es por esto que si los padres sufren de problemas psicológicos estos son transmitidos a sus hijos con total facilidad. Es más preocupante aún si los padres inculcan estas malas prácticas a sus hijos. Por ejemplo hay madres que compran solos alimentos light, y dejan vacías las refrigeradoras para que los niños no ingieran ningún alimento.

Por todas estas causas la franja de edad de los jóvenes y niños que sufren de estos males es cada vez mas amplia, es por eso que los especialistas recomiendan tratamientos en ambos casos, es decir para los padres y también para los hijos.


Los desordenes alimenticios están vinculados con la presión social

Estudios realizados por la UNAM revelan que los estereotipos impuestos por la cultura occidental, influyen en la nutrición

Los desordenes alimenticios surgen por la falta de autocontrol y la presión social que existe en la cultura actual. Aparece cuando el ser humano ingiere alimentos en exceso o se abstiene se comer. De esta forma las personas en la búsqueda de la perfección y la aceptación incurren en males como la bulimia (comer en exceso y luego vomitar) y la anorexia (ausencia de alimentos).

La sociedad occidental no es la única que impone un modelo de belleza establecido. Por el contrario se puede apreciar que según la cultura los arquetipos de beldad también varían, por ejemplo mientras que en Europa las mujeres delgadas son las mas atractivas, en la comunidad de Nigeria resulta más bonita aquella que esta rolliza.

Los jóvenes y adolescentes por lo general tienden a distorsionar el concepto de belleza y su imagen corporal y el ritmo de vida actual no favorece en nada a mejorar la situación. La vida agitada que las personas llevan las obliga a pasara por lo general todo el día fuera de sus casas, pero la solución no es matarse de hambre sino modificar el tamaño de las raciones comer lo justo y necesario y disfrutar al máximo de los alimentos.

Luís Alberto Vargas Guadarrama, integrante del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM no se deben erradicar algunos platos en la dieta diaria. Por el contrario comer debe ser un acto placentero y debemos adecuar nuestra diaria alimentación, a nuestro estilo de vida cotidiana, así podremos evitar graves consecuencias en nuestro organismos.

No más confusiones nutricionales, investigaciones descartan mitos nutricionales


Nuevos avances en nutrición crean nuevas pautas para una correcta alimentación

Las nuevas investigaciones científicas sobre nutrición han confirmado algunas antiguas prácticas alimenticias, mientras que otras han sido descartadas al comprobarse su ineficacia. Es así que hoy por ejemplo incluir una porción de pasta en la alimentación diaria no resulta un crimen imperdonable para el objetivo de una silueta envidiable.

Actualmente algunos planes de mantenimiento proponen no tener en cuenta el consumo de hidratos de carbono ni la cantidad de calorías ingeridas a lo largo del día. La clave estaría en disminuir la absorción de lípidos que son los principales causantes de enfermedades cardíacas y los más grandes enemigos en la carrera contra el sobrepeso.

Las calorías que asimilamos de los alimentos (proteínas, hidratos de carbono y grasas) constituyen energía necesaria para el cuerpo humano. Todos los alimentos las contienen, excepto el agua. Las proteínas y los carbohidratos aportan 4 calorías por gramo mientras que las grasas 9; aunque estas aportan mayor cantidad de energía, no existen diferentes clases de calorías como se afirma en algunos libros de dietas.

Debemos preocuparnos más del grado de satisfacción que tienen los alimentos. Explica el Presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición, Silvio Schraier, No importa cuánto se come sino cuántas calorías estamos sumando, por ejemplo un gran planto de ensalada nos dejará satisfechos y estaremos consumiendo menos de 150 calorías. Mientras que una gran ración de arroz también nos llenará pero su valor energético equivale al triple del de la ensalada.

No se debe olvidar que si bien hoy la sociedad consume más grasas, estas no son las únicas causantes de la obesidad. Uno de los factores que han desatado esta epidemia es el sedentarismo, se debe ingerir la cantidad de calorías que vamos a gastar durante el día. Si se consume más energía de la que se necesita, esta se almacenará en el cuerpo en forma de grasa.

Se deben cambiar las costumbres, si usted desea bajar de peso debe de seguir una dieta balanceada baja en calorías y realizar algún tipo de actividad física.